Hace poco se sinceró el número de fallecimientos producto de la pandemia por covid-19 en el Perú. 180 mil 764 muertos(1) entre el mes de marzo de 2020 y mayo de 2021. En este mundo de automatismo e inmediatez, la memoria se acorta y la noticia, por más trágica que sea, en horas se diluye.

¿Habrán reparado en esto nuestras autoridades y quienes pretenden representarnos y gobernarnos? ¿Nos encontramos en un proceso de cuidado y duelo colectivo como corresponde a este tiempo? Es que acaso los cambios que se requieren ahí donde reinó el colapso y el desastre durante la pandemia ¿dependen solo de un cambio de presidente?

Cuando faltó oxígeno, camas UCI, dinero o cuando la muerte arrebató lo que quiso en nuestras familias ¿importó por quien votábamos para pedir o brindar ayuda? No, porque esta situación nos colocó en el mismo agujero del cual, lo único que nos salvó, en el mejor de los casos, fue la solidaridad.

¿No es suficiente haber visto gente desesperada y dispuesta a hacer lo impensable por salvar su vida y la de los suyos? ¿Y tan difícil es aceptar que para muchos el desamparo sanitario, económico, social, ambiental no empezó con la pandemia, sino mucho antes?

Entonces ¿Por qué permitimos que en medio de un proceso electoral se atropelle el dolor que llevamos a cuestas y las pocas fuerzas que quedan para recuperarnos de las duras consecuencias de la pandemia, más quienes llevan décadas de marginación y exclusión social? ¿Creen que hubiésemos resistido a tanto sin solidaridad, sin humanidad?

Democracia no es una candidata o un candidato, ni un partido político. Democracia es que se convoquen elecciones, que candidatos y partidos políticos participen y que participemos todos para elegir a quien nos parezca. Democracia es que quien gane gobierne para todas y todos. Democracia es hacer espacio a nuestras diferencias y necesidades buscando equidad y justicia.

Por lo tanto, las promesas de respeto no son democracia ni sirven de nada, sin actitudes y acciones concretas que favorezcan un ejercicio pleno de derechos. Mientras eso siga pendiente para una gran mayoría de compatriotas, débil democracia y ficticia estabilidad tenemos.

La paz no puede ser bandera de quienes en el camino dinamitan nuestros vínculos, ni de quienes destruyen los lazos del tejido que nos sostiene y refugia de lo inhumano, de tragedias vividas no siempre reconocidas ni reparadas.

No permitamos que nos rompan y fracturen más, nunca es suficiente para quienes lo intentan una y otra vez. Resistamos firmes en el terreno de lo común, de lo que nos une y aspiramos.

A quienes siguen promoviendo que nos enfrentemos y ninguneemos entre nosotros ¡Basta! ¡Ya es suficiente!

No seamos del dominio de una candidata o un candidato y que nuestro voto no sea un cheque en blanco. Atrevámonos a parar el abuso venga de donde venga, a construir sin destruir, sin discriminar y sin ser eco de la indolencia de quienes teniendo o llegando al poder, lo emplean en contra del bien colectivo y de nuestras reservas de dignidad, memoria, solidaridad y reciprocidad.

Publicado en Noticiar SER: https://www.noticiasser.pe/ya-es-suficiente 

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(1) Ministerio de Salud (MINSA). Datos abiertos MINSA y gestión del conocimiento en COVID-19. Disponible en la web: https://www.minsa.gob.pe/datosabiertos/ Última consulta: 12.06.2021